Capítulo IV - Monjas vaqueras
Es bien conocido el papel que jugaron las órdenes religiosas medievales en el desarrollo de las medicinas. Sin las plantas medicinales del jardín del boticario, las farmacias monacales no habrían producido los remedios y fórmulas magistrales precursores de la medicina moderna con su sanidad universal e información compartida a velocidad de fibra óptica entre médicos en todo el planeta, en vez de transmitirse por medio del pergamino, pluma de oca y tintas molidas a mano en los tratados de botánica de aquella época.
Canillejas conoce bien la industria agrícola norteamericana; hasta el año pasado seguían en pie sus cuatro molinos de viento de Michigan; algunos incluso recuerdan la empresa Perkins de maquinaria agrícola, en la calle Alcalá, cerca de las Quintas.
Hoy, día 28 de diciembre de 2020, nos complace anunciar un consorcio singular que pretende devolver la Quinta de Torre Arias en Canillejas a pleno rendimiento agropecuario según el deseo expresado por los vecinos del distrito y los madrileños en general durante el último lustro. La ‘unión temporal de órdenes’ pretende 
traspasar su experiencia acumulada en el cuidado de animales y cultivo de cosechas rentables, enseñando a formar viveros de empresas que inspiren a l@s jóvenes del distrito a contemplar la posibilidad de hacerse agricultores. Se formará a los aprendices en sólidos principios empresariales para asegurarse productos rentables que cumplan con todas las normativas de calidad ecológicas, con capacitación en la comunicación pública necesaria para defender la economía local contra la apropiación de tierras por grandes corporaciones.
Se esperan negociaciones aceleradas para dar con la fórmula adecuada de gestión pública de los terrenos y edificios que pueda beneficiarse de los próximos tramos de financiación de la Comunidad Europea para el desarrollo sostenible. El bufete “Sucesores de Polly Higgins” proporcionará asesoría pro bono sobre la mejor estrategia hacía una economía de transición.
Las Hermanas Benedictinas de la Abadía de St. Walburga, en la frontera de Colorado con Wyoming, aportarán la experiencia centenaria de abadías y conventos en el campo de la agricultura. Las monjas crían gallinas, vacas y llamas, además de ser apicultoras. Están expandiendo la producción a los lácteos, concretamente quesos de sus vacas y búfalos de agua, aunque su especialidad es la carne vacuna de reses alimentadas en las praderas.
En estos tiempos de cambio climático, es necesario reducir el consumo de carne y que el ganado juegue el papel esencial que tenía en los tiempos de la trashumancia, de regenerar el suelo y la vegetación por medio de pastoreo rotativo. Los consumidores responsables valoran este aspecto ecológico y saber que las hermanas cuidan bien al ganado, además de la ventaja para su propia salud de comer carne de calidad y con menos frecuencia.
Se está estudiando la posibilidad de que las Hermanas puedan asesorar a proyectos como el Bosque Metropolitano en como regenerar suelos compactados y deteriorados como paso previo a la reforestación, según los estudios mundiales que demuestran la valía de estas técnicas en combatir la desertificación y el efecto isla de calor.
Las Hermanas del Valle, de Merced, California, son expertas en plantas medicinales. Dominan todo el proceso desde el cultivo en invernaderos hasta las cosechas en campo abierto y, lo más importante, la elaboración de preparados medicinales. Cada ungüento para la piel, remedios de tintura de cannabis sativa y preparado para combatir el dolor, la fatiga, ansiedad y estrés es embalado y etiquetado con mucho amor y una oración por la sanación de toda la humanidad.
Pronto esperamos ver los invernaderos de la Quinta en pleno funcionamiento sostenible y las praderas reverdecer con la sabiduría botánica de esta y otras hierbas medicinales. Las Hermanas también aportarán su experiencia en la venta por internet, con los requisitos jurídicos para el consumo humano, algo valioso para los futuros ‘startups’ del Valle del Barrio Salvador.
El trípode se sujeta porque tiene tres patas, como las banquetas de ordeño que se encontraron en la vaquería de la Quinta de Torre Arias. Toda comunidad necesita una tercera fuerza para mantener el equilibrio y no escorarse a los extremos. La formación para esa fuerza imparable la aportarán unas monjas octogenarias de Kentucky, las Hermanas de Loreto, una orden centenaria.
Hace unos años, el oleoducto Bluegrass Pipeline, para transportar líquidos de gas natural producto de fracking en Pennsylvania y Ohio, amenazaba con cruzar las amplias tierras del convento para llegar al Golfo de México. Después de las primeras negativas a la prospección en sus tierras por las Hermanas, la corporación amenazó con la expropiación forzosa.
Estas ávidas lectoras de la encíclica Laudato Si sabían que una petrolera no puede garantizar que no se produzca una rotura, una contaminación del valioso recurso ecológico que custodian para futuras generaciones. Creen firmemente “que ningún cristiano puede practicar su fe plenamente si no atiende a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, incluyendo la Madre Tierra”. Además, el 80% de las monjas norteamericanas son socias de la Conferencia de Liderazgo de Religiosas, comprometida con el activismo medioambiental. Explican que sus tierras son capaces de crear empleo y generar nuevos modelos de economía sostenible que no se basan en combustibles fósiles.
profesoras. Sus cantos llegaron a YouTube y se rodó un documental sobre su lucha contra el 
oleoducto. Las negociaciones con los legisladores llevaron a los tribunales; en marzo de 2014, un juez de distrito falló que las corporaciones no tenían derecho a expropiación forzosa de propietarios que no querían vender su tierra. El Tribunal Supremo del Estado confirmó la sentencia y habían ganado. Ahora participan en campañas contra otras empresas mineras y petroleras en los Estados Unidos y otros lugares del mundo.
Ahora sólo queda desear a los lectores un feliz día de los Santos Inocentes y explicarles que, aunque todas estas personas existen tal como hemos contado, es poco probable que conozcan la existencia de un lugar llamado Canillejas, con su ‘casa en la colina’ y los asombrosos recursos históricos y medioambientales que alberga. Esperamos poder aprender algo de su creatividad, arrojo y perseverancia para aplicar al proyecto que los vecinos tenemos entre manos. En cuanto a Polly Higgins, que en paz descanse, la pronta tipificación del Ecocidio como delito es algo que deseamos de todo corazón.
(Fotografías: Herborario del Monasterio de Pedralbes, Perkins, Wiki Commons - Dimitǎr Boevski, MCyP, Bluegrasspipeline-Climate Desk).
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Polly Higgins por Baltasar Garzón: 👇
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